Ingredientes caldo de patatas : - 300 gr. de peladuras de patatas
- 500 mil. de agua
- sal
- pimienta ( opcional )
El caldo de patatas o más bien caldo de peladuras de patatas, es adecuado para ser utilizado en algunas recetas como por ejemplo estofados o guisos, donde la patata intervenga como ingrediente principal o también en la elaboración de los conocidos mojos canarios.
Es un caldo de peladuras de patatas fácil y rápido de preparar que nos ayudará a realzar aquellos platos o recetas de patatas que en ocasiones podemos pensar que están faltos de sabor.
Ahora que estamos en la era de los reciclajes y de los aprovechamientos de los desechos. Nada mejor, que aprovechar las pieles de las patatas que hemos pelado y que no sabemos ¡ Qué diablos hacer con ellas !. A parte claro está , de echarlas al cubo de los desechos o residuos orgánicos !.
No tengáis ningún tipo de reparos, para realizar esta receta de caldo de peladuras de patatas además de saliros barata, ayudaréis al aprovechamiento de los desechos y os solucionará en la cocina ¡ más de una ” papeleta ” !. ¿ Os imagináis una sopa de cebolla o una sopa de ajo con un caldo de patatas ? ¡ Debe ser la monda ! ¿ No os parece ?
Elaboración caldo de patatas
Lavar bien y pelar las patatas.
Reservar las patatas peladas para realizar otra elaboración.
Recoger las peladuras, colocarlas en una bandeja adecuada para hornear e introducir en el horno a 220 º C. Hornear a esa temperatura hasta que observemos que las pieles de las patatas adquieren un color tostado pero no quemado.
Introducir las peladuras, una vez tostadas, en un cazo o cazuela con abundante agua y sal. Cocer a fuego medio durante aproximadamente 20-30 minutos.
Pasado este tiempo pasar por un colador chino.
Reservar el caldo obtenido para utilizar en la receta adecuada que deseemos realizar.











Como buen géminis siempre me han interesado multitud de temas, desde la micología, pasando por la arqueología hasta llegar a mi gran pasión la cocina y la gastronomía.
Sin embargo, he de reconocer, que esta pasión se la debo a dos mujeres. A mi madre que siempre la vi entre fogones y me enseñó el gusto por la comida y a mí mujer a la que siempre le ha gustado comer pero no cocinar.