Hablar de Casa Roque es expresar la sensación de una buena comida, en un agradable y cordial ambiente. Degustar aquellos platos tradicionales de Morella, con una presentación más que aceptable y dejando el rastro de un buen sabor de boca.
Cuando se sale a conocer o visitar una determinada localidad con todo tipo de detalles, además de los monumentos arquitectónicos o paisajísticos, no sepuede pasar por alto su enriquecimiento cultural, y dentro de este campo, los aficionados al buen yantar, necesitan curiosear o profundizar en aquellos aspectos, referentes a una parte muy importante de las necesidad humana, ¡ es decir, la comida !. ¿ Quién no ha escuchado o preguntado, por las calles de cualquier punto de la geografía ? ¿ Donde se come bien aquí ? o ¿ Que producto, comida o plato, es lo típico de este lugar ?. Pienso que la mayoría las hemos oído e incluso preguntado, a lo largo de nuestros viajes. Pues para comer bien o degustar los platos típicos de Morella, os facilito la respuesta. Contestando que uno de los restaurantes más apropiados para salir contentos y con los bolsillos sin grandes dispendios es visitar Casa Roque. Allí podemos disfrutar de unos buenos platos tradicionales morellanos o bien inclinarnos por una opción más actual. A través de los menús que ofrecen : Menú tradicional o Menú Degustación .
En nuestro caso, los hombres de las tres parejas, eligimos un opción más clásica y localista. Sin ninguna duda, los tres nos inclinamos por el menú tradicional de 20 euros y las mujeres prefirieron el menú degustación, con un coste algo más elevado pero que no era ni mucho menos para resentirse los bolsillos, el menú de 25 euros. Optaron por ese menú, por aquello de probar todo el abanico de platos que ofertaban.
Como ejemplo expondré los platos que me sirvieron en mi eleción dentro del Menú tradicional:
En primer lugar los entrantes
a continuación una olla o potaje morellano ( variedad de legumbres : garbanzos, alubias y lentejas. Acompañadas de los sacramentos : chistorra, salchichas y panceta. Todos los ingredientes sumergidos en un enriquecido caldo ) para fortalecer al espíritu y revitalizar al cansado cuerpo, después de los largos paseos por las calles y cuestas de Morella.
Seguidamente tras los comentarios de rigor, aparece el camarero para retirar el plato y servir la carrillera de cerdo al horno tapada por una densa capa de cebolla, bien pochada y un buen acompañamiento de patatas fritas. ¡ Eh, naturales no congeladas !
Para finalizar mi menú, un postre casero, crema de limón con melocotón ¡ Que estaba nada, pero que nada, nada mal !
A continuación os presento el menú degustación que sirvieron a nuestras acompañantes.
Para empezar un pastel de setas ( trompetas de la muerte ) con mermelada de tomate casera y crujiente de jamón.
Seguidamente se sirvió un atún confitado con hierbas aromáticas y soja.
Posteriormente una alcachofa de Benicarló rellena con salsa Dousette.
Sin llegar a cansarse pero con los estómagos llenos, comieron un bombón de mus de pato, turrón y cacao.
A continuación unos canelones caseros de caza, con bechamel de setas.
Antes de finalizar el menú, se sirvió un mini hojaldre de solomillo trufado
y para finalizar degustación de postres caseros.
Toda la comida fue atendida con corrección, con el tiempo adecuado de servicio y excelente conversación en la sobremesa, explicándonos con detalle en que consistían las fiestas morellanas del sexenio.
En resumidas cuentas un lugar para aconsejar, disfrutar de una buena mesa y salir haciendo amigos. ¡ Que más se le puede pedir a un gran menú de 20 o 25 euros !.