El restaurante Lluerna lo conocemos y visitado, mi compañera y yo, desde hace unos años. En todas las ocasiones nunca nos ha defraudado, si no más bien todo lo contrario, siempre nos ha dejado ganas de volver para seguir degustando sus interesantes propuestas.
Desde el primer día que comimos en el Restaurant Lluerna, presagiamos que era un restaurante merecedor de una estrella de la afamada guía roja. Hoy la ostenta con orgullo y sencillez y nosotros le auguramos que si su joven Chef Victor Quintilla sigue trabajando como lo hace ahora, esta estrella será el primer paso para seguir acumulando más estrellas y poder llegar a la cumbre del reconocimiento gastronómico.
Su situación en una estrecha calle del centro de Santa Coloma de Gramanet, ciudad cercana o mejor dicho, colindante con Barcelona, lo hace pasar casi desapercibido. Pero de verdad os digo que es un restaurante que vale la pena tener en cuenta y visitar, por todos los amantes de la buena mesa, para poder disfrutar de unos platos interesantes, atractivos y gustosos. Sus raciones son las adecuadas para que se pueda valorar en sentido gustativo, olfativo y visual. Es decir todos los sentidos primordiales que son necesarios para poder apreciar razonadamente el verdadero contenido de una comida.
Dicen que para ejemplo de un botón, un ojal. Para demostrar el buen hacer del Restaurante Lluerna os presento uno de los tres menús que se pueden elegir.
Os muestro el menú Presentación que fue el elegido por nosotros :
Para empezar nos sirvieron un mojito sólido.
Estaba refrescante y dejaba aromatizado el paladar.
Seguido por un Bloody Mary
otra forma de tomar este conocido cóctel.
y una oliva gordal rellena de Campari y naranja.
Sencilla pero interesante forma de apreciar una aceituna gordal rellena. El Campary con el toque de naranja un acierto en la boca.
A continuación un tartar de tomate ecológico del Maresme con falsa yema.
Una sutileza gastronómica que exalta multitud de matices a la hora de comerlo.
Una berenjena ecológica del Maresme con su suflé y piñones,
Sin lugar a dudas una exquisitez que juega con el sentido gustativo. No se le puede sacar más juego culinario a la berenjena.
Le siguió un Risotto de ceps,
El arroz en su punto y los ceps aromatizando con su poderío al risotto.
Seguidamente sirvieron unos calamares de anzuelo con setas y butifarra negra,
Los calamares tenían el punto exacto de cocción, se apreciaba perfectamente su sabor y las setas junto a la butifarra negra redondeaban al plato.
Seguidamente presentaron a la mesa, una presa ibérica sobre parmentier de mostaza y jugo de pimientos asados.
Que puedo decir que no se vea en la imagen, la carne tierna y en su punto, el acompañamiento de judías verdes baby y el jugo de pimientos que exaltaban al plato.
Poco después continuaron con el primer postre Abril ( limón, hibiscus y yogur )
Bello contraste de colores y sabores, sin dejar de lado el juego de texturas.
Siguió un segundo postre : Coulant de avellana, albaricoque y maracuyá.
Para acabar de saciar las ganas si aún te has quedado insatisfecho. Un toque cremoso dulce, frío y ácido.
Para finalizar coca de chicharrones, chupito de infusión de canela con Brandy y
bombón de mojito.
La cena duró aproximadamente dos horas y cuarto ¿ el precio ? 48, 50 € sin I.V.A por persona, bebidas a parte.
Os aseguro que valió la pena. Victor Quintilla cumplió como era de esperar y Dúnia se encargó que todo saliera como es de desear en la sala.