Hoy presento cocina molecular y fusión, un libro práctico para los amantes de la cocina ” puñetitas ”. Es decir cocina que para muchos no es cocina y que para otros, entre los que me encuentro yo, sirve para sentirte cocinando como si estuvieras en un laboratorio.
Como bien dice en la contracubierta ” la cocina molecular es el producto de una innovación gastronómica que convierte cada receta en una experiencia casi de laboratorio, cambiando las texturas conocidas hasta ahora y potenciando al máximo todos los sabores. ” Ahí queda eso, ¡ casi nada ! ¿ nos os parece ?.
En el libro podemos encontrar técnicas para saber realizar esferificaciones, mousses, espumas, aires, gelatinas y emulsiones. Además podemos conocer en que consiste la cocina al vacío, la cocción en frío ( empleo del nitrógeno líquido ) y la deshidratación ( secar alimentos ).
El libro cocina molecular y fusión , escrito por Carmen Fernández y editado por Libsa; está bien ilustrado y presenta recetas paso a paso ¡ como a mí me gusta ! Las recetas están agrupadas en cinco bloques : Espumas, aires y suspiros; Perlas, esferas, burbujas y moléculas; Rocas y crujientes; Gelatinas y confitados; Cremas mousses y emulsiones. El libro acaba con un glosario de términos empleados en la obra y un índice de americanismos de la cocina molecular. Como podéis ver no tiene desperdicio.
El precio de la obra no llega a los 10 € lo que me hace insistir en que no dejéis de adquirir este estupendo y valioso libro. A unos se lo aconsejo para que pongan en práctica estas técnicas culinarias novedosas y a otros para que las conozcan y sepan de que van los platos que les puedan presentar en algunos restaurantes. Quizás de este modo puedan empatizar mejor con los cocineros que realizan la, bien o mal, llamada cocina molecular y cocina fusión.
Hacer una cocina creativa domestica, es ahora más fácil y posible gracias a este libro.
Como buen géminis siempre me han interesado multitud de temas, desde la micología, pasando por la arqueología hasta llegar a mi gran pasión la cocina y la gastronomía.
Sin embargo, he de reconocer, que esta pasión se la debo a dos mujeres. A mi madre que siempre la vi entre fogones y me enseñó el gusto por la comida y a mí mujer a la que siempre le ha gustado comer pero no cocinar.
