La mayoría de cocinillas nos hemos preguntado ¿ Cómo poder hacer unas buenas y crujientes patatas chips caseras ? o ¡ Además de patatas ! ¿ con que otros tubérculos se pueden hacer sabrosos y crujientes chips ?. Pues bien hoy os recomiendo y os presento el libro Chips caseras y las mejores recetas de patatas fritas. Se trata de un libro manejable que os puede ayudar a responder todas aquellas dudas que podáis tener con respecto a la elaboración de perfectas chips y que os servirá para preparar curiosos e interesantes acompañamientos, para vuestros platos o bien para degustar como aperitivo junto a una bebida.
El libro chips caseras ha sido traducido y editado en 2014 por Lunwerg editores, sello perteneciente a la conocida Editorial Planeta. Consta de 74 páginas y está ilustrado con unas estupendas fotografías a todo color.
En su índice encontramos : Chips y patatas fritas dónde se explica la cocción, el corte y los ingredientes. Chips de patata : en este apartado podemos encontrar los diferentes tipos de patatas, sus cortes y las diferentes presentaciones. Chips de verduras y chips de frutas : nos explica las diferentes tipos de chip que podemos realizar. Chips crujientes : nos enseña a realizar Tortillas y pitas, nachos, crujichips y algunos más. Patatas fritas clásicas : dónde podemos profundizar en las distintas elaboraciones. Un apartado dedicado a las salsas para mojar las chips y las patatas fritas y por último Chips dulces : apartado que nos lleva a conocer los chips dulces, los buñuelos y los churros.
El precio del libro es menor de 10 euros, por lo que creo que está al alcance de cualquier amante de los libros de cocina.
Si sois meticulosos a la hora de dar el toque crujiente a vuestras presentaciones os aconsejo que tengáis en cuenta los consejos que podéis extraer después de la lectura de este libro chips caseras.







Como buen géminis siempre me han interesado multitud de temas, desde la micología, pasando por la arqueología hasta llegar a mi gran pasión la cocina y la gastronomía.
Sin embargo, he de reconocer, que esta pasión se la debo a dos mujeres. A mi madre que siempre la vi entre fogones y me enseñó el gusto por la comida y a mí mujer a la que siempre le ha gustado comer pero no cocinar.